lunes, 14 de abril de 2008

Performans visuá

Este ha sido un fin de semana bastante ajetreado... Después de estar cinco días seguidos trabajando pim pan, pim pan, haciendo horas a lo loco, como surcos hacen los campesinos en la arena, sin parar... Por fín llegó el viernes, y con él, llegó el descanso. Ains. Bendito fin de semana. Hacía tiempo que no tenía tantos planes, pues aunque me guste dármelas de extrovertida por la vida, soy muy selectiva dentro de mi sociabilidad.

El viernes, MC me invitó a la fiesta de cumpleañoes de un amigo de su ex-trabajo. Yo no conocía al tipo en cuestión, que resultó ser la versión 2.0 de Jordi Mollá. Ante mi duda por no pintar nada en el aniversario de este chico, MC le quitó hierro al asunto cuando dijo no importa, va a ser una fiesta de muchas más personas, no te preocupes si no conoces a nadie*. Ante la masificación prometida, que es algo que sólo me gusta plantearme como parte contratante en fiestas y eventos sociales, me aventuré a la ociosidad y al desenfreno, con nocturnidá y alevosía. Eso es así. La fiesta estuvo estupendamente, el local un clásico que no defraudó, y los amigos, compañeros y ex-compañeros de MC, todos muy simpáticos y amables. Además, los presentes en el acto dimos fe de que el mundo es un pañuelo. Cierta y extrañamente un pañuelo, en el que MC y yo parece que estamos interconectadas. Hablando hablando caí en la cuenta de que conocía a una persona que estudió con la jefa de MC; otro amigo suyo vivía al lado de un ex-amigo mío, y así en un no parar. Hasta reconocí (¡puesto que ya lo conocí hace 13 años!) a un chico que vino conmigo a un campamento, y que MC me presentaba como otro amigo del alma. Ver pá creer.

El sábado llegó el acabóse. Bueno, en realidad, llegó Germán. Venía desde Sevilla en una furgoneta con su grupo jevi metal, y su novia Conchita. A Germán me unen muchos veranos tirados al sol, con el resto de la pandilla. Él con su ciática, yo con mi crema de factor 30, y el resto jugando al mus, o haciendo las cosas que surgen en verano. Recuerdo que fue por su ciática, por lo que le empezamos a llamar el niño robot, porque a veces le costaba moverse con normalidad, digamos dentro de los parámetros de la normalidad de las personas que no están impedidas por algún tipo de dolor. Pues, además, Germán venía en furgoneta a dar un concierto, con su grupo Ira Regia, jevi jevi de lo más.

Llamó a los componentes de la pandilla-basura veraniega que vivimos en Madrid, para que fuéramos a jalearle, darnos cabezazos, hacer los cuernos y esas cosas que hacen los jevis. Concretamente, nos llamó a Luis (Good Twin) y a servidora. Yo le dije, claramente, que mis gustos musicales no se aproximaban nada de nada al metal, pero le prometí que haría un poder, para ir (con alguien) al concierto, y concluí en tono firme y decidido: 'para que se pete el garito'. Llamé a Luis para irme con él en coche. Le confesé mi pequeña zozobra por no haber podido convencer a nadie de mi entorno y entonces él me trasladó la suya propia. También el gemelo le había comunicado a Germán su poco recorrido metalero, pero Germán le dijo que se trajera alguno de esos amigos modernos que Luis tiene, al olor de un espectáculo nunca visto. Lo que él mismo bautizó como Performans Visuá, en sevillano (Performance Visual, en castellano moderno)

Pues, con el cambio de registro se unieron dos colegas de Luis, mi hermana y dos amigas. Así funciona el marketing.
Como colofón, la mejor descripción que escuché en toda la noche del espectáculo nunca visto. Las palabras fueron de mi hermana Little Mery (LT): joe.. con el niño robot..

Enhorabuena Germán. A mi no me gustaba el jevi, y ahora sólo me gusta Ira Regia.

1 comentario:

Nootka dijo...

¿te sabes las letras de las canciones?
A mi me gustaría aprenderme la de Faye wong, pero sólo la encuentro en cantonés y me gusta más la versión en mandarían que es la que he colgado en mi blog.
Me gusta sobre todo cuando dice ca cum cuó