domingo, 12 de abril de 2009

¿Me lo Pon-go?

Tal vez: Podría ser que sí, pero podría ser que no

Puede
Parece que el 'malestar físico y la ida de olla mental derivados de la primavera están causando sensación'. De este modo se certifica en las calles cuando vemos a personas con los kleneex como únicos aliados. Pertrechados con bufandas de lana, o con esas faldas que parece que tienen 30 años y unos botines para ir de romería, que customizan una poquita las más modernas. Pelos en las caras que desafían a los vendavales, frentes pobladas de flequillos espesos -y lisos como tablas eso sí- que dejan a la vista unas frentes tan despejadas y tan grandes como la Península Ibérica. Y no quiero seguir, en resumen: ciertas cosas para las que no está preparada esta 'cazadora de tendencias'

Con deciros que varios días he salido a la calle y he tenido que venirme a mi casita con las orejas gachas y el rabo entre las piernas, así como entre avergonzada y aturdida; en un estado difuso entre la tristeza y el enfado que no he sabido ni cómo describir: '¡¿cabristeza?!' suena más a plato o a espuma con ínfulas de Ferrán Adriá que a estado de ánimo. En fín, esto pa mi se queda.

Pero no
Mal, muy mal es como nos está dejando la Primavera, que no es que altere la sangre es que la enloquece directamente. Claro, y así nos va, enloquecidos estamos, vamos mal vestidos, no se nos acerca nadie.
Mucha crisis, sí. Parece que los armarios también están en crisis (qué tendrá que ver una cosa con la otra) Cuando se trata de arrimarnos a un árbol nos arrimamos hasta a los cipreses con toda su envergadura.

Parece que ahora toca el temita este de la crisis: ¿Está cabreao el pobre? Es la crisis; ¿Está triste el tonto? Es por la crisis y por la primavera; ¿No sabe cómo salir a la calle, a lo que viene conociéndose como afrontar el mundo en general, o la vida en particular? Eso, pues vaya usted hecho un auténtico 'adefesio humano', seguro que todo es mucho más fácil.

Pues miren, no. Ahí es cuando ya salto porque me tocan la sensibilidad visual. Mal vestido sólo puede acabar uno en un mal sitio, eso es de cajón de madera de pino. Y no queremos ir a malos sitios, ¿verdad?.
Ni queremos ver a personas que van por la calle detrás de nosotros y echan un escupitajo a tres centímetros de nuestros pies. Eso siempre ha sido, es y será una marranada como la copa de un manzano; y los que los expulsan por ende unos marranos asociales con muy mal gusto y cero ganas de integrarse en la sociedad.

Pero ¿si?
¿Es que voy a ser yo la que tenga que ir gritando por la calle que no se puede llevar complementos de verano con ropa de invierno, o viceversa? Pero por favor, soy la única persona en el mundo que nos rodea que piensa que el concepto 'atemporal' en ocasiones 'no' funciona cuando 'queremos ir de modernos y lo que vamos es como mamarraaaashos' -es que así no se puede: me cojo unos cabreos impresionantes yo sola quenohayderecho-hombrepordios.
Tengo hasta que ponerme las gafas de sol para no ver, que es lo último en tendencias para tapar estas imperfecciones que me dan los chascarrillos de persona de buen gusto. Qué voy a hacerle: intentar que sean muy grandes las gafas y me tapen, a poder, ser toda la cara. Aaaain.

No podemos menos, como blog de 'tendencias tendenciosas' que somos, que esquivar este insignificante hecho en el que la Primavera fulmina cualquier atisbo de estilo -pero no del todo, puesto que el saber ir bien vestido debería haber sido la primera lección que nos enseñaron desde chicos; y después ya nos ponemos a darle las gracias a la vida que nos ha podido dar y quitar tanto. Y así nos hacemos con esta premisa del 'catetismo primaveral una chilena', que vaya simil futbolero mal traído.
Lo siento, no se puede tener todo. Tener buen gusto y que te guste el fútbol es tan incompatible como tener un novio del Madrid y ser una auténtica Culé. Así es.

Hágalo usted mismo
Venga. Podemos aliviar nuestra sed de libertad creativa con cositas más de andar por casa, las que después tendremos a mano para presumir con nuestros amiguitos que quieren ir a la última. Ya saben larga vida a los trabajos manuales: Un collar, un broche, si quieren animarse apúntense a costura, háganle falditas a sus amigas. Las cositas manuales lo que tienen es que te relajan muchísimo, ya lo decía la Abuela cuando hacía croché.

La 'sensación primaveral' es la que se llevará esta temporada. Aprovéchense, pueden interpretarla como quieran, la Primavera siempre fue super ecléctica.

Pero, tengan cuidado, esta moda que a mi me desazona pone a las mentes despiertas con las cabezas obtusas y recuerden que 'el mamarrachismo' pasó de moda. Sí, como las velas negras, la Bruja Lola (esa Gran mujer con toa la grandeza de la palabra Grande) y Crónicas Marcianas (CM)

'Contró ¿meze e'cucsha?'

Pues eso, no me sean 'mamarrachitos' y vístanse con la cabeza por los pies: y por encima de todo, con un poquito de estilo, que no es tan difícil de verdad. Aquí aceptamos sugerencias, que no todo van a ser broncas al vacío internauta.


P.D. Gracias por su atención.

lunes, 14 de abril de 2008

Performans visuá

Este ha sido un fin de semana bastante ajetreado... Después de estar cinco días seguidos trabajando pim pan, pim pan, haciendo horas a lo loco, como surcos hacen los campesinos en la arena, sin parar... Por fín llegó el viernes, y con él, llegó el descanso. Ains. Bendito fin de semana. Hacía tiempo que no tenía tantos planes, pues aunque me guste dármelas de extrovertida por la vida, soy muy selectiva dentro de mi sociabilidad.

El viernes, MC me invitó a la fiesta de cumpleañoes de un amigo de su ex-trabajo. Yo no conocía al tipo en cuestión, que resultó ser la versión 2.0 de Jordi Mollá. Ante mi duda por no pintar nada en el aniversario de este chico, MC le quitó hierro al asunto cuando dijo no importa, va a ser una fiesta de muchas más personas, no te preocupes si no conoces a nadie*. Ante la masificación prometida, que es algo que sólo me gusta plantearme como parte contratante en fiestas y eventos sociales, me aventuré a la ociosidad y al desenfreno, con nocturnidá y alevosía. Eso es así. La fiesta estuvo estupendamente, el local un clásico que no defraudó, y los amigos, compañeros y ex-compañeros de MC, todos muy simpáticos y amables. Además, los presentes en el acto dimos fe de que el mundo es un pañuelo. Cierta y extrañamente un pañuelo, en el que MC y yo parece que estamos interconectadas. Hablando hablando caí en la cuenta de que conocía a una persona que estudió con la jefa de MC; otro amigo suyo vivía al lado de un ex-amigo mío, y así en un no parar. Hasta reconocí (¡puesto que ya lo conocí hace 13 años!) a un chico que vino conmigo a un campamento, y que MC me presentaba como otro amigo del alma. Ver pá creer.

El sábado llegó el acabóse. Bueno, en realidad, llegó Germán. Venía desde Sevilla en una furgoneta con su grupo jevi metal, y su novia Conchita. A Germán me unen muchos veranos tirados al sol, con el resto de la pandilla. Él con su ciática, yo con mi crema de factor 30, y el resto jugando al mus, o haciendo las cosas que surgen en verano. Recuerdo que fue por su ciática, por lo que le empezamos a llamar el niño robot, porque a veces le costaba moverse con normalidad, digamos dentro de los parámetros de la normalidad de las personas que no están impedidas por algún tipo de dolor. Pues, además, Germán venía en furgoneta a dar un concierto, con su grupo Ira Regia, jevi jevi de lo más.

Llamó a los componentes de la pandilla-basura veraniega que vivimos en Madrid, para que fuéramos a jalearle, darnos cabezazos, hacer los cuernos y esas cosas que hacen los jevis. Concretamente, nos llamó a Luis (Good Twin) y a servidora. Yo le dije, claramente, que mis gustos musicales no se aproximaban nada de nada al metal, pero le prometí que haría un poder, para ir (con alguien) al concierto, y concluí en tono firme y decidido: 'para que se pete el garito'. Llamé a Luis para irme con él en coche. Le confesé mi pequeña zozobra por no haber podido convencer a nadie de mi entorno y entonces él me trasladó la suya propia. También el gemelo le había comunicado a Germán su poco recorrido metalero, pero Germán le dijo que se trajera alguno de esos amigos modernos que Luis tiene, al olor de un espectáculo nunca visto. Lo que él mismo bautizó como Performans Visuá, en sevillano (Performance Visual, en castellano moderno)

Pues, con el cambio de registro se unieron dos colegas de Luis, mi hermana y dos amigas. Así funciona el marketing.
Como colofón, la mejor descripción que escuché en toda la noche del espectáculo nunca visto. Las palabras fueron de mi hermana Little Mery (LT): joe.. con el niño robot..

Enhorabuena Germán. A mi no me gustaba el jevi, y ahora sólo me gusta Ira Regia.

miércoles, 9 de abril de 2008

Que llueva, que llueva…

Lo estoy viendo, me lo veía venir. Deseábamos que lloviera, y la sequía nos estaba aguando la temporada primavera-verano. Unos llorando por las esquinas, y otros recogiendo las lágrimas para chupitos. Iban a empezar a cobrar las jarras de agua a precio de petróleo, y los cubitos de hielo a 1 euro cada. Pues nada, empieza a llover, y se acaba el mundo. Nos hundimos ¿En qué quedamos?

En Madrid, que de por sí ya es una ciudad como para salir con paraguas por si acaso, aunque no llueva, parece que se ha declarado una zona de trato hostil. O varias. Ayer pude comprobarlo. Esperaba a MariCast en el Pans de Gran Vía, enfrente de su oficina. Venía andando desde Plaza de España. Y acredité este hecho: aquí la gente anda rápido, un rasgo autóctono como la verbena de la Paloma. Humildemente, diría que demasiado rápido para los que somos de pasos cortos. Pues constaté que cuando llueve, la gente se desplaza aún más veloz y cabreao, eso es así. Sobre todo, porque mientras avanzas posiciones por tu lado de la acera, otros listos quieren hacer lo mismo y ganar la carrera. Generalmente, con cara de mala leche, y esgrimiendo un paraguas.

Esperaba, como digo a MC, y divagaba acerca de que la lluvia no le sienta igual a todo el mundo. A una servidora, depende del día. Hay días que me pilla en chanclas y es cuando pienso en Murphy y en lo tranquila que se quedaría su madre. En Gran Vía había tendencias variopintas. Gente a la que la lluvia le había pillado por sorpresa y corría a salvarse bajo los soportales. Otros, que disfrutaban del chaparrón pensando que de perdidos al río. Unos hasta chapoteaban en los charcos (estos los menos y eran turistas). Algunos a los que la lluvia les sentaba especialmente mal, y resoplaban cinco veces por minuto (cronometrado). También gente a la que la lluvia le sentaba de maravilla.


Me fijé en una chica con una gabardina marrón. Llevaba un paraguas a cuadros y una cámara de fotos. Se guareció a mi lado y cerró su paraguas. Al principio, pensé que como yo, esperaba a alguien. Pero, después encendió su cámara. Todo su afán, intuí, era tomar una instantánea con personas bajo sus paraguas. Qué paradoja, pensé, retratar desde lo seco a gente calándose a causa de la lluvia. Creo que su intención consistía en reflejar la desesperación. Las malas caras y lo mal que nos sienta la lluvia, o lo bien que quedamos en foto cuando agarramos un paraguas. No lo sé. Entonces, un chico me sacó la lengua y le vi hasta los empastes. Pensé, con una sonrisa difusa, en lo animada que se vuelve la gente cuando está mojada hasta los huesos. Miré a la chica de la gabardina marrón, y acababa de sacar una foto. Espero que fuera al chico de la lengua, y no a mi cara de tonta.

martes, 8 de abril de 2008

¿Para qué sirve un blog?

Me he comprado un blog. Qué ilusión. Bueno, me lo han regalado los amables señores de blogger.com. Yo sólo he tenido que ponerle un nombre, como se lo ponía a mis muñecas y a mis perros. Ahora, ya tengo un juguete nuevo, espero que no se me rompa. Ojalá tenga más recorrido que el trenecito a pilas que le rompimos a mi primo pequeño. Por cierto, primo, fue sin querer. Recuerda, éramos unos niños. Cafres, muy cafres, pero niños.

Un blog es como un diario de abordo para los que navegamos por la red. Un bloc de notas, una moleskine. La libretita en la que apuntar ideas, o pretensiones, según el caso. Sirve para mostrar a los demás quién eres, o qué piensas. O, hacerte el guay diciendo que piensas lo que en realidad no piensas, y que haces lo que nunca haces. Yo ya veré qué hago, soy de las que no saben guardarse las mejores cartas para el final de la partida. Así que, acabaré diciendo alguna verdad. Siempre me pillaban cuando jugábamos al Mentiroso.
También sirve el blog para contar anécdotas, historias, o chistes. Se utiliza para enlazar a tus amigos o criticarlos, o hacer ambas cosas compatibles. A mí, como acabo de estrenarlo, me huele a nuevo, como los forros de los libros el primer día de clase, y las gomas de nata Milán, que olían para comérselas en el recreo.

Qué ilusión, estreno otro blog.

¿Alguien más quiere jugar?

Preludio

(El preludio es lo que precede al ludio)

De quita y pon... como (podían ser) las cartucheras.
El remordimiento en rebajas.
Máscaras de carnaval y estados de ánimo como carcasas de móviles.

De quita y pon... como la inseguridad:
el qué me pongo, y qué me quito (el moquito que cuelga)
Los recortables con vestiditos y complementos.
Las uñas postizas y los álbumes de cromos. Síle síle nole nole.

De quita y pon. Ponme uno, que me lo pido. Ya tengo blog.